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miércoles, 31 de diciembre de 2008

Libros... ¿Cuándo acabo?

Les comparto un poco acerca de algunos de los maravillosos libros que leí este año. Cada uno tiene un significado muy personal para mí.
Excelente material que me ha puesto a sentir, a reflexionar... también a percibir y comprender un poquito mejor algunos aspectos de mi/nuestra naturaleza humana. Tan simple y compleja a la vez.
Les dejo por aquí comentarios y reseñas de otr@s que los han leído, algunos míos, a según.
Ojalá se les antoje alguno(s) y lo disfruten tanto o más que yo.

Salud y buen año.


El quinto día, de Frank Schätzing
Editorial Planeta Barcelona, 2006

"Probablemente muchos pensarán que no serán capaces de leer un libro de 969 páginas. Es cierto que es difícil mantener el interés durante una obra tan extensa, pero estoy seguro de que El quinto día, de Frank Schätzing, no os defraudará. Con un ritmo trepidante, casi desde la primera página y hasta la última, cabalgando entre la ciencia ficción y la divulgación científica, este autor alemán os mantendrá enganchados y os sorprenderá con una trama originalísima y magistralmente llevada.
Es posible que os haga incluso reflexionar... 
¿Conocemos realmente el mundo donde vivimos?¿Somos la especie elegida para dominar el mundo?
"

Fuente: http://nopuedoparardeleer.blogspot.com/2008/06/el-quinto-da-frank-schtzing.html

"El quinto día se adentra en las profundidades marinas, en lo ignoto de las costumbres de sus moradores, pero reconociendo que lo conocido es hoy por hoy una ínfima parte de lo imaginable. Los protagonistas son esencialmente científicos lanzados a descubrir un misterio de magnitud planetaria. Como en toda novela, aunque esta tiene casi mil páginas, uno vivirá, sufrirá y asistirá desde el sillón a una inminente catástrofe marina global.
Sin embargo, en la lectura El quinto día viene de añadido el poder aprender innumerables secretos del vasto océano y de su explotación tanto de los recursos pesqueros como del petróleo que hay en las plataformas marinas continentales. Su autor es un apasionado del mar, pero también de la ciencia y la tecnología aunque no descuida otras pasiones más vitales como la gastronomía las cuales han sido volcadas todas ellas en este libro con una inteligencia mordaz."

Fuente: http://www.terra.org/articulos/art01640.html

Este grueso volumen me ha llevado a uno de los viajes más impresionantes y excitantes que he hecho en la vida. Me ha deleitado, me ha puesto a pensar, me ha confirmado algunas intuiciones y, al final, me ha conmovido hondamente. 
Las historias que reflexionan profundamente acerca de las posibilidades de otras formas de vida y de vivir, siempre me apasionan. Y si además cuestionan este sempiterno hábito de antropomorfizar todo, que tenemos los seres humanos... Yo digo ¡Bravo! Y este, lo hace con mucho éxito.



"La ladrona de libros" es la historia de la niña que robó las palabras a Hitler
Agencia EFE
Martes, 25 de septiembre 2007


Nadie mejor que la Muerte para narrar una historia en la Alemania nazi de la Segunda Guerra Mundial como la que cuenta "La ladrona de libros", una novela sobre el extraordinario poder de las palabras escrita por el australiano Markus Zusak a partir de los recuerdos familiares.
La novela se convirtió en un fenómeno editorial tras su aparición en inglés y a los pocos días de ser editada en español por Lumen figura ya entre los libros más vendidos en España, país que visita estos días su joven autor.
Zusak (Sydney, 1975) decidió escribir una novela sobre "ese pequeño porcentaje" de alemanes que se negó a respaldar los postulados de Hitler y que estuvo dispuesto a arriesgar su vida y la de sus familiares por ocultar a un judío en su vivienda, explicó hoy en una entrevista con Efe.

Domingo, julio 06, 2008

La ladrona de libros, Markus Zusak

“La ladrona de libros” es una de las novelas que aparecieron en mi estantería el pasado Sant Jordi (gràcies, Mama). Leí que “La ladrona de libros” es la historia de la niña que le robó las palabras a Hitler. Pero creo que no es verdad. Ella de Hitler no se habría llevado nada. Además, el que le robó las palabras fue Max. No Liesel Meminger.

*Quien es entonces Liesel Meminger*
Liesel Meminger es la ladrona de libros. Esto lo sé yo, lo sabes tú, lo sabe su Papá, lo sabe Rudy, el que un día se disfrazó de Jesse Owens protagonizando el escandaloso incidente, incluso lo sabe Ilsa, la mujer del alcalde y dueña de la biblioteca en la que Liesel acostumbra a robar. Y lo sabe La Muerte.

Tiene 8 años y vive en la Alemania nazi. Sus padres eran comunistas y por esto ella y su hermano tienen que ir a vivir a la calle Himmel, la calle que tiene un nombre que significa cielo, donde les esperan sus padres de acogida. Lamentablemente, La Muerte se lleva al pequeño hermanito de Liesel en el tren de camino al nuevo hogar, así que cuando ella llega a la nueva casa lo hace sola, triste y desamparada, y con un secreto escondido debajo de la ropa. El primer libro robado. No sabe leer.

Todo dicho. Es una obra bellamente escrita, estremecedora, conmovedora, y a ratos sumamente divertida. Una obra que nos propone asomarnos a las honduras de la naturaleza humana en medio de las peores circunstancias. Y, tal como es la realidad, observamos que se trata de luz y oscuridad. Imperdible e inolvidable novela. 



Crepúsculo
Stephenie Meyer

Rompiendo el esquema que he seguido hasta aquí, decidí no incluir comentarios de terceros para compartir lo que sigue. Lo tengo difícil… Ya verán porque.

Declaro con orgullo que, de mis 35 años de lectora voraz debo haber dedicado por lo menos una cuarta parte de ese tiempo a devorar cuanto material vampírico he podido encontrar, desde revistas, novelitas del puesto de periódicos, los clásicos, hasta la vanguardista y adorada Anne Rice. Leo mucho y muy rápido.
Durante mi niñez y adolescencia no tenía reparos en cuanto a la calidad, o falta de ella, en mis lecturas. Me interesaban las historias.
Hoy sigue siendo así , aunque de distinta manera. Me interesan las historias, como me interesan las profundidades de la naturaleza humana, los vericuetos, las posibilidades… sobre todo las posibilidades. Y me encanta que me sorprendan.
Por ahí de los 27 años comencé a seleccionar mis lecturas. Confieso que mucho tiene que ver en ello la conciencia de que no me alcanzará la vida para leer todo lo que hay por leer y disfrutar del placer y el aprender. Estos son los únicos motivos verdaderos de mi adicción a la lectura. Esta el deseo de evasión, claro, pero le concedo menos puntos. 

Digamos que soy una omnívora literaria, aunque tengo mis platos favoritos, y a ratos me descubro gourmet.
Mi género favorito siempre ha sido la novela, que puede ser prácticamente de cualquier corriente literaria, época y lugar. Cierto, me gustan la novedad y lo excepcional. Tengo un estilo de vida y pensamiento que tiende apreciar lo extremo, lo extraño, lo fronterizo, lo otro. Y mejor todavía si lo otro se junta con lo demás y surge algo nuevo: una joya de la creatividad inclusiva.

Hago pocas excepciones en cuanto a mis elecciones literarias, una de ellas es la novela romántica del siglo que sea. Por lo regular me da sueño. Me aburre. Salvo clásicas excepciones.
A mediados del año que termina, andaba como loca buscando que leer, no estaba de humor complejo. Más bien lidiando con penas de amor, hasta ese momento desconocidas y todavía inmanejables para mí, así que estaba difícil de complacer. En cierta oportunidad me puse a explorar la red, buscando sugerencias, a ver que me latía. Buscaba en el ámbito de la literatura fantástica, ciencia ficción y terror.
Así las cosas, me tropecé con más de un blog que hacía referencia a la saga de Stephenie Meyer. Referencias alentadoras, comentando su frescura, situándola en la sección de literatura juvenil, en la que ya he disfrutado de tantos placeres. Casi no hago caso cuando leí: “novela romántica”. Sin embargo, tenía ganas de leer historias de vampiros nuevas, y los compas decían que esta era buena historia. Decidí concederle el beneficio de la duda.

Empecé a leer el "Crepúsculo". A la mitad de la novela, que me zampé en un día, comprendí que me había vuelto adicta a esta telenovela en papel. Telenovela, sí.
Mis poquísimas horas/mujer invertidas en la televisión solo incluyen un culebrón que me haya mantenido, devota telespectadora, adecuando los horarios de mi vida para no perder un capítulo de “Dallas”. Hace décadas de aquello.
En este caso, felizmente no es necesario esperar el capítulo del día o de la semana, pero ha sido difícil soltar el desgraciado libro (me refiero a los cuatro de la saga) para… ¡comer, dormir, trabajar, etc!
Los he recomendado a algunas de mis amigas, arriesgando mi reputación ¡qué la tengo!
De vampiros, poco.
Me ha dado un gran placer la lectura de esta fresca y espontánea narración, que describe con notable sinceridad los sentimientos de la jovencísima Isabella Swan, que nos cuenta de sus descubrimientos al sumergirse en las complejidades de la vida y de las relaciones interpersonales, de las decisiones no siempre fáciles que se deben abordar cuando ser adulto aún es solo una abstracción. Y cuando se vuelve una realidad.
Por lo menos a mi edad, casi 44 años, descubro que uno nunca termina de aprender y que siempre hay experiencias nuevas por vivir. Descubro que la madurez es un estado de constante movimiento, asequible solo a ratos, hasta que mi capacidad de asombro me devela otro horizonte. 
La lectura de esta saga me reconfortó, apaciguó mi mente y mi corazón adolorido. Me recordó la cualidad transitoria de cada momento. Me permitió asomarme con ternura a la dificultad de crecer.






REVISTA GATOPARDO
Número 97


Memorias del table dance
"En el mundo de las bailarinas exóticas hay mucho más que dinero y poca ropa. La periodista Gabriela Granados cambió su atuendo, se adentró en los tables dances y nos cuenta la historia detrás del escenario, la de los camerinos, la de los abusos, la de las drogas y la de las mujeres que bailan por dinero. Éste es un adelanto de su libro Susana: memorias del table dance."
Por Gabriela Granados | Diciembre-Enero 2009

Fuente: http://www.gatopardo.com/numero-97/cronicas-y-reportajes/memorias-del-table-dance.html 
Aquí les dejo una ópera prima. Se trata de una provocativa historia, el tema es viejo como la humanidad, con sus novedades del siglo XX. 
Cuando terminé de leer, tuve ganas de escribirle a la autora. Resulta que ella es una queridísima amiga. Les dejo un fragmento de lo que me inspiró la lectura de su historia:
Hermana, celebro tu valor, celebro también tu habilidad para transitar y encontrar trascendencia en un camino que tantas mujeres han recorrido, perdiéndose a sí mismas sin encontrarse después…Estas de vuelta, lista para contar lo que has vivido, lo que has aprehendido… lo que has comprendido.
¿Quién podría contar de estas andanzas mejor que tú, mujer? ¿Quién podría decirnos cómo es estar ahí, mujer? Con la ternura, el respeto y el buen humor para observar a tus compañeras de vida, esas otras mujeres que conociste en tus correrías por los mundos escondidos de la vida humana… Con la rabia, la sabiduría y la ternura con que has podido observar a tus clientes… los hombres, arquetipo de la otredad cuando hablamos de nosotras.
Tu testimonio sentido, entrañable, ingenuo, sentimental, feroz… y al final inquebrantable y objetiva, me ha obligado a sentir, pensar, percibir…
La vida adquiere para mí proporciones más amplias, porque te he leído. "
Anabel


Buen camino...




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